10.3 ALTO DE CELADAS – VILLALBA BAJA
La cota 1.177, conocida como el Alto de las Celadas, era el punto más alto de la línea republicana que ascendía desde El Muletón. Desde allí, la línea hacía un quiebro y se dirigía hacia la Losilla pasando por la cota 1205.
El largo tiempo que estas alturas habían estado en posesión de las fuerzas gubernamentales, propiciaría la formación de una línea sólida, con una trinchera profunda culminada con parapetos de piedra y sacos terreros. Las trincheras se completarían con refugios para tropa en la parte alta y posterior de la cota y con algún refugio subterráneo, hoy en estado ruinoso.
En la línea se construyeron algunos nidos de ametralladora excavados sobre el terreno y reforzados con piedra y sacos terreros, no existiendo obras de hormigón armado que proporcionaran una especial fortaleza al conjunto defensivo. Delante de la línea se colocaron piquetas con alambradas para dificultar el asalto de la infantería.
Otro elemento presente en la cota es la huella de los embudos originados por las explosiones de los proyectiles y de las bombas de aviación.
Más información
El Alto de las Celadas fue testigo del paso de las unidades republicanas que se lanzaron a la conquista de Teruel en la noche del 15 de diciembre de 1937 y fue un objetivo preferente en el intento desesperado de las tropas del general Aranda por recuperar la ciudad en los primeros días de enero de 1938. En aquella ocasión, fuerzas de la 13 División tratarían de avanzar por el Pozuelo para asaltar las posiciones de la Losilla y de la cota 1205, con el fin de revolverse sobre los Altos de Celadas y descender por las alturas que llevan hasta El Muletón. La falta de preparación artillera en el acompañamiento de la infantería y la defensa decidida de los republicanos desbarataron los sucesivos intentos de conquistar aquellas posiciones.
La pérdida de Teruel el día 8 de enero dejaría paso a una preparación más minuciosa de la operación de ataque sobre los Altos de Celadas.
De este modo, el día 17 de enero se desataría un infierno de fuego sobre la línea que defendía aquellas alturas y, en particular, sobre la cota 1.177.
Las posiciones situadas en la crestas y en la parte alta de la ladera, la pobreza del terreno, sin ninguna vegetación que sirviera para enmascarar las obras, y la proximidad de dos observatorios para dirigir con mayor precisión el tiro de la artillería, Cerro Gordo y Santa Bárbara de Celadas, ofrecían un blanco perfecto para los proyectiles y para las bombas que arrojaría la aviación.
Sólo sobre el Alto de las Celadas dispararían durante dos horas 6 baterías de 155 del Cuerpo de Ejército del Sur del Turia, 9 baterías de 65, 75, 100 y 105, pertenecientes a la 5ª División, 6 baterías de la Agrupación Pesada, de 100 y 150, concentrando su fuego sobre 500 metros de trinchera. Estas piezas recibirían el apoyo eventual de obuses de 210 y morteros de 260.
Sobre la obra defensiva situada a la derecha del Alto de las Celadas caerían unos 1.500 proyectiles, mientras que sobre una de las obras situadas en esta altura se recibirían unos 500 impactos. A esta fuerte concentración artillera le seguiría el bombardeo y ametrallamiento de las posiciones por más de 200 aviones.
Luego, vendrá el asalto de las unidades de la 5ª División que habían aguardado en las barrancadas próximas la orden de atacar. Son cuatro batallones de la 3ª Agrupación, la 1ª Bandera de Falange de Navarra, la 1ª Bandera de Falange de Palencia, el 1er Batallón de Ametralladoras y el 8º Batallón de Valladolid. Frente a ellas se encontraba la 22 Brigada Mixta, de la 39 División republicana, una unidad que había intervenido en los contraataques llevados a cabo en Concud-Cerro Gordo, sufriendo un gran desgaste.
La defensa en estas posiciones es escasa, ya que la preparación artillera y el bombardeo de la aviación han causado numerosas bajas y provocado el pánico en muchos combatientes que han abandonado las trincheras.
Cómo llegar
Ruta Descargable – Punto de partida Dinópolis