Tras la militarización de las milicias y la formación del nuevo Ejército Popular de la República se produjo, en el frente de Teruel, un avance de las líneas ganando un terreno que nadie disputaba. Las posiciones se aproximaron al casco urbano en aquellas zonas que fue posible y se fortificaron para formar una línea sólida, que discurría, en este sector, por las alturas que dominan la carretera de Cantavieja para descender hacia Valdecebro.

Desde una vaguada próxima al vértice Chopo, el mítico artillero Atilano lanzaba sus proyectiles sobre Teruel, aumentando su leyenda con cada impacto que caía sobre las calles más céntricas del casco urbano.

Pero este lugar cobraría especial relevancia en la última fase de la batalla de Teruel, con motivo de la maniobra franquista emprendida el 17 de febrero de 1938.

Defendidas por la 67 División republicana, que formaba parte del XX Cuerpo de Ejército, junto con la 66 División, situada a su derecha, y por la 46 División, encargada de la defensa de la ciudad, estas posiciones se llevarían la peor parte de la ofensiva inicial. Frente a ellas, al otro lado del río Alfambra, se situarían cinco divisiones pertenecientes al Cuerpo de Ejército de Galicia

El 17 de febrero tiene lugar el avance de la 13 División, infiltrándose desde la cabeza de puente conquistada en Villalba Baja días atrás, a la que le seguirá la 84 División desbordando las defensas republicanas. Mientras tanto, la fuerte preparación artillera se centra en Sierra Gorda, sobre la laguna de Tortajada, posiciones que también son duramente batidas por los bombardeos de la aviación, entre los que intervendrán los aviones alemanes “Stukas”.

Al mismo tiempo que la 13 División cortaba la carretera, hecho que tendría lugar el día 18, la 84 División progresaría por las alturas de El Tocón, ocupando El Chopo apenas tres horas más tarde, y La Torana sobre las seis de la tarde. Aseguradas las posiciones, desde el valle llegarían hasta estas posiciones dos Regimientos de Caballería.

Un día después, la Caballería y los Carros avanzarían para ocupar Valdecebro, quedando cercada la ciudad con el movimiento de la 81 División, que cortará la carretera de Valencia.

Los mandos republicanos son incapaces de detener el avance y reaccionan demasiado tarde, lanzando un contraataque sobre El Tocón y el Alto de la Torana el día 21, en el que intervienen las 125 y 126 Brigadas Mixtas de la 28 División, apoyados por la 116 Brigada de la 25 División.

A pesar de la deficiente preparación, la 125 Brigada conseguirá conquistar la Torana, aunque poco después será desalojada con la intervención de la aviación. Un segundo intento de tomar estas posiciones tendrá lugar al día siguiente, que se saldará con la retirada desordenada de las fuerzas atacantes. Para entonces, Teruel ya estaría en poder del general Franco.